5 Consejos para aceptar y utilizar los errores en tu beneficio
5 Consejos para aceptar y utilizar los errores en tu beneficio
Suele pasar que cuando nos equivocamos u obtenemos un resultado inesperado nos culpabilizamos y tratamos de centrarnos en el porqué del asunto en cuestión.
Sin embargo, esta tendencia únicamente nos llevará a la frustración, al miedo de volver a intentar y al autocastigo.
Es lógico, es lo que aprendimos.
Cuando de niños hacíamos alguna trastada, papá y mamá nos regañaban (incluso a veces nos caía algún azote o zapatillazo), nos hacían ver que eso se había roto por nuestra culpa y nos castigaban.
Justo lo que aún reproducimos hoy por hoy siendo adultos.
Si en lugar de eso, nos hubieran explicado lo sucedido, repasado paso a paso la situación con amor, paciencia y comprensión, consolado e invitado a buscar soluciones juntos, otro gallo nos cantaría ahora, ¿no te parece?
Esa fue la forma en la que lo hicieron también con ellos, no les culpes, tan sólo nos educaron como sabían hacerlo.
Pero dejando a un lado la razón de por qué nos comportamos así frente a los fracasos, vamos a enfocarnos mejor en qué podemos hacer hoy por hoy para cambiar ese patrón por otro que nos sea de mayor utilidad.
Se trata, principalmente, de sustituir la culpa por la responsabilidad.
Es sencillo culparse, pero no tanto responsabilizarse.
De forma madura, comprensiva y compasiva con nosotros mismos, reconocer dónde fallamos es sabio y muy recomendable.
Cuando te responsabilizas, asumes y tomas el control del asunto, mantienes tu poder personal y te fortaleces.
Cuando te culpas, por el contrario, dejas el poder a la situación en sí y adoptas el papel de víctima, en el que nuestro cerebro es incapaz de pensar con claridad o buscar soluciones.
Otro aspecto importante es relativizar. Todos somos humanos y afortunadamente, no lo sabemos todo.
¿Qué es lo peor que puede pasar después de cometer este error? ¿Se acaban todas las posibilidades? ¿No tendrás ninguna forma de enmendarlo? ¿No hay ninguna solución acaso?
Estamos en esta vida con un gran objetivo común: el aprendizaje y crecimiento continuo. Piénsalo, sino naceríamos viejos, eruditos y ultradesarrollados en todas las áreas de nuestras vidas.
Por el contrario, nacemos débiles, vulnerables, suaves y tiernos, sin aparente competencia en este mundo tan crítico y exigente. Según nos hacemos adultos, vamos desarrollando ciertas facultades físicas, emocionales y mentales.
¿Cuántas veces necesitaste caer antes de dar tus primeros pasos cuando eras un bebé?
Cada error es un ensayo, una experiencia, una práctica que nos acerca más y más a nuestra mejor versión.
Está claro que cuanto más nos acomodamos en nuestra vida, menos fallamos, pero esto también conlleva el disminuir notablemente nuestro potencial y las probabilidades de éxito.
Imagínate no haber salido nunca de la cuna por miedo a habernos caído. Allí seguirías, con el chupete puesto y esperando a que mamá o papá te trajera el alimento.
Lo más cómodo es no intentar, así reducimos al máximo la opción del fracaso, pero no debemos olvidar que con ella, también se esfuma la opción del éxito.
Cara error nos aportará herramientas útiles y aplicables en la práctica en el futuro próximo, por eso es tan importante aprender a reconocerlos, responsabilizarnos y aprender de ellos.
Así que dicho esto, déjame compartir contigo algunos consejos efectivos:
1- No te castigues
Equivocarse es humano, perdónate y concédete un espacio para asimilar lo ocurrido. La tendencia a la perfección a veces hace que nos machaquemos cuando las cosas no salen como esperábamos. Se amable contigo mismo y compasivo, no te ancles en el error y mira hacia adelante.
2- Responsabilízate de tus actos
Si tomaste una decisión concreta es porque en ese momento creíste que era lo más conveniente, no eches balones fuera o trates de buscar la forma de justificarte. Lo hecho, hecho está.
3- No tropieces con la misma piedra
Aprende la lección, no la olvides y exprime al máximo esa experiencia. Estoy segura de que algo podrás sacar en claro y si alguna vez te vuelves a ver en una situación similar, recuerda que una vez te equivocaste para ahora escoger una mejor opción.
4- No te rindas
Que esta equivocación no sirva de pretexto para frenar tus sueños. Piensa que tan sólo ha sido una forma de saber por dónde no debes ir y que esto te ayudará a seleccionar mejor tus caminos.
5- No te compares
A veces nuestro afán por mirar a los que tenemos alrededor nos carga con demasiado peso a las espaldas. No te exijas vivir la vida de otros, puede que ellos no se equivocaran y tú sí, pero eso no quiere decir que ellos vayan por el camino correcto y tu no. Cada uno tiene su evolución y cada cual es diferente, céntrate en ti mismo y deja atrás las comparaciones.
Así que amigo, amiga, desde aquí te animo a que utilices tus errores como si fueran grandes maestros que te han transmitido un conocimiento aplicable a tu vida de aquí en adelante.
Como decía Goethe, poeta y dramaturgo alemán: “El único hombre que no se equivoca es el que nunca hace nada.”
Haz, intenta, prueba y experimenta, que si alguna vez te equivocas eso querrá decir que estás en el proceso de encontrar la forma correcta de llegar hacia tus sueños.
Lorena Molinero Martín
Life Coach por la Universidad Juan Carlos I y el Instituto Europeo de Estudios Empresariales. Creadora del programa online “Cambia Tu Vida” y “Amor sin Límites”.
Autora del libro “Despierta tu Diosa Interior” y experta en Meditación y Mindfulness.
Actualmente impartiendo formaciones presenciales y online (en colaboración con Televisión Consciente) y organizando retiros vivenciales para mujeres.
Comentarios 0
Ingresa un nuevo comentario