El Genograma como factor de Conocimiento y Comunicación
El Genograma como factor de Conocimiento y Comunicación
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Hay una gran cantidad de literatura publicada, acerca del rol, la función y las tareas del coach personal. La gran mayoría de esta literatura, menciona entre sus bases principales, el acercamiento del coach a quien viene en busca de ayuda.
A nuestro coachee, que acude a la consulta, lo llamaremos genéricamente el Otro.
Le damos el nombre de Otro, para comprender la Alteridad, la Otredad.
El principio de Alteridad es el reconocimiento del Otro.
El observador, en nuestro caso el coach, obtiene con su percepción, una com-prensión de acuerdo a la escena donde lo ubica, a la historia, y a los valores y temporalidad del coachee.
Pero a la vez, el profesional utiliza el intelecto para poner en palabras esto que se va definiendo frente a la observación del Otro.
Es importante partir desde esta definición, para elegir en cada caso, qué métodos y técnicas utilizar para alcanzar la mayor eficacia y eficiencia en conocerlo para captar “lo no dicho”.
Entonces es importante elegir qué métodos y herramientas utilizar para hacerle saber al Otro que uno lo entiende, lo comprende, y así lograr su confianza, a partir de la cual, ir logrando empatía y sintonía, en suma, tejer un buen rapport con el coachee.
Para entender y comprender es necesario conocerlo.
Es imprescindible poder discernir lo manifiesto de lo latente, o sea, decodificar qué hay detrás del pedido concreto con el que él llega, que no siempre va a ser claro y verosímil, dado que aquel Otro que viene en nuestra búsqueda, lo hace porque no se halla con-forme, se confunde, carece de objetivos claros, y posiblemente no confía en sus destrezas instrumentales.
Las primeras entrevistas son las que determinan el grado de relación y confianza necesarias para ser ayudado y dejarse ayudar. En este tramo incide inexorablemente el ser escuchado, entendido y comprendido.
El coach será eficaz cumpliendo el cometido de interactuar con el Otro, pero si es eficiente potenciará y promoverá un buen acercamiento en un plazo más corto. Es importante ser eficientes en un lapso de tiempo corto, el necesariamente corto como para generar una situación de confianza cuanto antes. Porque tiempo diferido, es cliente perdido.
Uno de los instrumentos más poderosos que utilizamos como facilitador para recibir una gran cantidad de información en una menor cantidad de tiempo es el Genograma.
El Genograma “habla”, a través de su toma y lectura.
El profesional recibe información sobre los orígenes del coachee, de sus padres, sus ancestros, sus relaciones felices, tormentosas o atormentadas, que en la mayoría de los casos son la génesis de sus dificultades.
El Otro va entregando, en apenas un par de sesiones, a través del Genograma datos acerca de sí mismo, de sus relaciones complejas y complicadas, de sus mandatos, de sus dificultades en la matriz de su relación con el medio que le rodea, al cual le es complicado integrarse, y recordemos, que es por eso que acude a nosotros.
Si el coach, pudiera interpretar correctamente lo que escucha, percibe, comprende y entiende, y devuelve esta información decodificada, aflorarán situaciones altamente favorables para que el Otro se sienta comprendido, y aquí es cuando comienza a generarse esa corriente de confianza y entrega.
Es tarea del coach, aprender a “ver”, a “percibir” el problema latente que trae el coachee que carece de conciencia de ello, y a partir de esta información, hacer consciente lo inconsciente, entonces llevar de la comprensión a la acción movilizadora, reparadora, y organizar estrategias para salir de la parálisis, el desmedro, el miedo, y el de-precio, ayudados por esta fascinante técnica del Mentoring que es el Genograma.
Ernesto Beibe
Mentor
ernesto.beibe@gmail.com
www.mentoringempresario.com
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